Aunque dos alimentos puedan tener la misma cantidad de calorías, pueden afectar de manera muy diferente tu metabolismo, tus hormonas, tu apetito y tu energía.
En este artículo te explicamos por qué la calidad importa tanto como la cantidad cuando se trata de alimentarte bien y mantener un peso saludable.
Perder peso puede sentirse como un logro enorme. Pero mantenerlo, sin recuperarlo semanas o meses después, es el verdadero reto. El famoso efecto rebote ocurre cuando el cuerpo recupera el peso perdido (o más) tras una dieta o plan restrictivo. No es falta de voluntad: es una respuesta natural del cuerpo a los cambios bruscos.
En este artículo te contamos por qué ocurre, cómo prevenirlo y qué hábitos puedes adoptar para mantenerte estable sin sufrir.
¿Sientes que tu cuerpo va en cámara lenta? 😴 Tranquila, no estás sola.
El metabolismo puede volverse más perezoso con el paso del tiempo, el estrés o una mala alimentación.
Pero hay buenas noticias: puedes despertarlo con pequeños cambios que te harán sentir más viva, ligera y con energía todo el día.
Bajar grasa corporal no se trata de hacer dietas restrictivas ni pasar hambre. La clave está en crear hábitos sostenibles que ayuden al cuerpo a usar la grasa como fuente de energía, mantener la masa muscular y mejorar el metabolismo. Aquí te explicamos cómo hacerlo correctamente, con base en evidencia científica y principios de salud real.
Reducir los picos de glucosa, mejorar la sensibilidad a la insulina y sentirte con más energía sin necesidad de medicamentos, a través de cambios simples y sostenibles.
Muchas personas que viven con resistencia a la insulina, prediabetes o diabetes notan algo curioso: sus niveles de glucosa aumentan incluso cuando comen bien.
La explicación no siempre está en la comida, sino en algo más invisible pero igual de poderoso: el estrés emocional.
Tener la glucosa alta en sangre (hiperglucemia) significa que el cuerpo no está usando bien la insulina o no produce suficiente.
Esto puede pasar por varias razones: haber comido más carbohidratos de lo habitual, estrés, falta de sueño, inactividad o incluso una infección.
Y aunque una lectura alta no siempre es una emergencia, sí es una señal de alerta para actuar rápido y evitar complicaciones.
Durante años, perder peso se resumía a “come menos”. Pero hoy sabemos que la obesidad no es un problema de fuerza de voluntad, sino una enfermedad compleja donde influyen las hormonas, el metabolismo, las emociones y la genética.
Por eso, han surgido nuevos medicamentos diseñados para ayudar al cuerpo a recuperar su equilibrio, no solo para bajar de peso, sino para mejorar la salud metabólica.
¿Sientes que comes bien, haces ejercicio y aun así no bajas de peso? Tal vez el problema no está en tu dieta, sino en cómo duermes y cuánto estrés cargas cada día. Dormir mal y vivir en alerta constante puede sabotear tu metabolismo, tu energía y tu relación con la comida.
En Julia te explicamos cómo funcionan estos mecanismos invisibles y qué puedes hacer para recuperar el control de tu cuerpo.
La diabetes tipo 2 es una de las condiciones de salud más frecuentes en México y en el mundo. Sin embargo, aún está rodeada de muchos mitos que generan miedo, confusión y hasta estigma. Creer en estas ideas erróneas puede impedir un buen control de la enfermedad y afectar la calidad de vida.
En este artículo desmontamos los mitos más comunes y te contamos la realidad, con ejemplos prácticos.