¿Estás en Riesgo de Prediabetes?

La prediabetes es una condición silenciosa: los niveles de glucosa en la sangre están más altos de lo normal, pero aún no alcanzan los valores para diagnosticar diabetes tipo 2. La buena noticia es que detectarla a tiempo permite prevenir o retrasar la progresión hacia la diabetes.
¿Qué es la prediabetes?
Es una etapa intermedia en la que el cuerpo empieza a perder sensibilidad a la insulina. Esto hace que la glucosa se acumule en la sangre en lugar de entrar a las células para usarse como energía. Aunque muchas veces no da síntomas, puede estar dañando tu salud poco a poco.
Factores de riesgo más comunes
Tienes más probabilidades de desarrollar prediabetes si presentas uno o varios de estos factores:
- Sobrepeso u obesidad, sobre todo con grasa abdominal.
- Sedentarismo, es decir, poco o nulo ejercicio.
- Edad mayor de 45 años.
- Antecedentes familiares de diabetes tipo 2.
- Presión arterial alta o niveles elevados de colesterol y triglicéridos.
- Síndrome de ovario poliquístico (en mujeres).
- Haber tenido diabetes gestacional durante el embarazo.
Señales de alerta
La mayoría de las personas con prediabetes no tienen síntomas evidentes, pero en algunos casos pueden presentarse:
- Cansancio constante.
- Aumento de la sed o del hambre.
- Más ganas de orinar de lo normal.
- Dificultad para bajar de peso.
- Visión borrosa ocasional.
Si notas estas señales, es importante consultar a un médico para descartar prediabetes o diabetes.
Cómo se diagnostica la prediabetes
Los análisis de sangre son la única manera confiable de confirmarlo. Los valores de referencia son:
- Glucosa en ayunas: 100 a 125 mg/dL.
- Hemoglobina glicosilada (HbA1c): 5.7% a 6.4%.
- Prueba de tolerancia a la glucosa (2 horas después): 140 a 199 mg/dL.
Si tus resultados están en estos rangos, significa que tienes prediabetes y es momento de actuar.
Qué hacer si estás en riesgo
La prediabetes no es una sentencia, es una oportunidad de cambio. Con hábitos saludables es posible revertirla y prevenir la diabetes tipo 2:
- Alimentación balanceada: prioriza verduras, proteínas magras, granos integrales y limita azúcares y ultraprocesados.
- Ejercicio regular: al menos 150 minutos por semana de actividad física moderada (caminar, nadar, andar en bici).
- Mantén un peso saludable: perder entre el 5% y 7% del peso corporal ya reduce significativamente el riesgo.
- Dormir bien: entre 7 y 9 horas cada noche para ayudar a regular la glucosa.
- Chequeos médicos regulares: revisa tus niveles de glucosa, presión y colesterol.
La prediabetes es una señal de alerta temprana. Aunque puede pasar desapercibida, identificar los factores de riesgo y hacerse chequeos médicos a tiempo es clave para proteger tu salud. Pequeños cambios en tu estilo de vida pueden marcar una gran diferencia y ayudarte a vivir con energía, equilibrio y bienestar.