Cómo bajar de peso si tienes ansiedad

🧠 Paso 1: Regula tu ansiedad antes de pensar en calorías
La ansiedad eleva el cortisol, lo que puede aumentar el apetito, el almacenamiento de grasa abdominal y los antojos por azúcar o carbohidratos. Además, muchas personas comen para calmar la angustia.
¿Qué puedes hacer?
- Respira profundo 5 minutos al día (puedes usar el ejercicio de coherencia cardíaca en Julia).
- Sal a caminar solo para despejar tu mente, no para “quemar”.
- Toma magnesio o infusiones relajantes si tu cuerpo lo permite.
- Duerme 7–8 horas: no solo descansas, también reduces los niveles de ansiedad al día siguiente.
🍽️ Paso 2: Come para nutrirte, no para castigarte
Cuando tienes ansiedad, tu cuerpo necesita estabilidad, no restricciones extremas. Comer cada 4–5 horas proteína con carbohidratos complejos y grasa saludable puede ayudarte a:
- Mantener niveles de glucosa estables (clave para evitar picos de ansiedad).
- Sentirte más saciada y menos impulsiva con la comida.
- Evitar atracones o ciclos de culpa.
Ejemplos de comidas que calman:
- Avena con nueces y fruta.
- Tacos de pescado con tortilla de maíz y ensalada.
- Omelette con vegetales y tostada de pan integral.
- Yogur griego con canela y almendras.
🏃♀️ Paso 3: Muévete para sentirte mejor, no para castigarte
El ejercicio no debe ser una penitencia. Es una herramienta poderosa para regular tus emociones y sentirte fuerte.
Si tienes ansiedad, elige:
- Caminar 30 minutos (ideal si es al aire libre).
- Bailar tu música favorita.
- Hacer ejercicios funcionales sin presión.
- Entrenar fuerza 2 veces por semana (aunque sea en casa).
Lo importante no es cuánto quemas, sino cómo te hace sentir.
🧠 Paso 4: Cambia el diálogo interno
La ansiedad suele venir acompañada de pensamientos como:
- “Ya rompí la dieta, ya para qué sigo.”
- “No sirvo para esto.”
- “Empiezo de cero el lunes.”
Transforma esos pensamientos por:
- “Hoy fue difícil, pero mañana puedo hacerlo mejor.”
- “Esto es un proceso, no una carrera.”
- “Estoy aprendiendo a cuidarme.”
En Julia trabajamos todos los días para ayudarte a crear una relación más amable con tu cuerpo y tu proceso.
