Cómo leer etiquetas de comida sin obsesionarte

🍞 Paso 1: Empieza por los ingredientes, no por las calorías
La lista de ingredientes te dice qué estás comiendo realmente.
- Los ingredientes aparecen en orden: los primeros son los más abundantes.
- Mientras más corta y reconocible sea la lista, mejor.
- Evita productos con muchos aditivos o nombres difíciles de pronunciar (colorantes, jarabes, estabilizantes, etc.).
👉 Ejemplo: si en un “pan integral” el primer ingrediente es harina refinada o jarabe de maíz, no es tan integral como parece.
🍬 Paso 2: Identifica los azúcares ocultos
El azúcar no siempre se llama “azúcar”. Puede aparecer como jarabe de maíz, dextrosa, maltosa, fructosa, miel, concentrado de jugo, entre otros.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que menos del 10% de tus calorías diarias provengan de azúcares añadidos. No se trata de eliminarlo por completo, sino de reconocerlo.
💡 Consejo: Si el azúcar está entre los tres primeros ingredientes, el producto es más dulce de lo que parece.
🧂 Paso 3: Vigila el sodio y las grasas ocultas
El sodio (sal) es esencial, pero en exceso puede causar retención de líquidos y presión alta. Prefiere productos con menos de 140 mg de sodio por porción.
Sobre las grasas:
- Evita las grasas trans (aparecen como “aceite parcialmente hidrogenado”).
- Prefiere las grasas buenas, como las del aguacate, nueces o aceite de oliva.
⚖️ Paso 4: Entiende las porciones
Muchos productos parecen “ligeros” hasta que miras el tamaño de la porción. Si una botella indica 120 calorías por porción, pero contiene tres porciones, en realidad estás tomando 360 calorías.
📏 Consejo: Ajusta tus expectativas a lo que realmente consumes, no a lo que dice la etiqueta.
🌿 Paso 5: No te obsesiones: busca equilibrio, no perfección
Leer etiquetas no es para castigarte, sino para empoderarte. Si un día eliges algo con más azúcar o grasa, no pasa nada. Lo importante es la constancia, no la perfección.
Come con atención, escucha tu cuerpo y recuerda: no hay alimentos “buenos” o “malos”, solo decisiones más o menos frecuentes.
💚 En resumen
Aprender a leer etiquetas te da conocimiento, pero tu bienestar no depende solo de eso. También cuenta cómo duermes, cómo te mueves y cómo te sientes.
En Julia, te enseñamos a cuidar tu cuerpo sin miedo: con información clara, hábitos sostenibles y un enfoque amable hacia la comida.