La Obesidad Como Enfermedad Crónica, No Como Elección

⚖️ ¿Qué significa que sea una enfermedad crónica?
Una enfermedad crónica es aquella que se desarrolla lentamente, tiene múltiples causas y requiere atención médica continua. En el caso de la obesidad, esto implica que no se trata solo de peso, sino de alteraciones metabólicas, hormonales, genéticas y conductuales que afectan la forma en que el cuerpo regula la energía y el apetito.
Las personas con obesidad presentan una dificultad real y fisiológica para perder peso y mantenerlo, incluso cuando siguen dietas o programas de ejercicio. El cuerpo tiende a defender su nivel de grasa corporal mediante mecanismos como la reducción del metabolismo basal o el aumento del apetito.
🧬 Causas profundas de la obesidad
Genética:
Existen más de 100 genes relacionados con el control del peso corporal. Algunas personas nacen con una predisposición biológica a acumular grasa o sentir más hambre.
Ambiente y estilo de vida:
Vivimos rodeados de alimentos ultraprocesados, sedentarismo, estrés y falta de sueño. Todo esto altera las señales del cerebro y promueve el aumento de peso.
Factores hormonales y metabólicos:
Desequilibrios en hormonas como la insulina, la leptina o el cortisol pueden aumentar el apetito o dificultar la quema de grasa.
Aspectos psicológicos:
El estrés crónico, la ansiedad o el comer emocional son respuestas comunes que pueden perpetuar el ciclo del sobrepeso.
Factores sociales y económicos:
La obesidad también está ligada al entorno: acceso limitado a alimentos saludables, largas jornadas laborales, y escasa educación nutricional.
❤️ Por qué dejar de culpar y empezar a tratar
Tratar la obesidad como una enfermedad no significa resignarse, sino enfocarse en soluciones reales y sostenibles. Requiere un abordaje médico integral, que puede incluir:
- Cambios progresivos en la alimentación y el movimiento.
- Tratamiento farmacológico bajo supervisión médica.
- Terapia psicológica para abordar la relación con la comida.
- En algunos casos, cirugía bariátrica como herramienta terapéutica.
Cuando se aborda correctamente, la pérdida de peso no solo mejora la apariencia física, sino que disminuye el riesgo de diabetes tipo 2, hipertensión, apnea del sueño, enfermedades del corazón y ciertos tipos de cáncer.
🧠 Un cambio de mentalidad urgente
Es fundamental dejar atrás la idea de que “solo se necesita fuerza de voluntad”. Esta creencia genera culpa, estigma y aislamiento, lo que muchas veces empeora la condición.
La obesidad debe verse como lo que es: una enfermedad tratable, que requiere acompañamiento médico, empatía y comprensión.
Culpar a las personas por su peso no ayuda; ofrecer apoyo, información y acceso a tratamientos sí.