Hablemos de las Cirugías Bariátricas

¿Qué es una cirugía bariátrica?
Las cirugías bariátricas son procedimientos médicos que modifican el sistema digestivo para ayudar a las personas con obesidad a perder peso de manera sostenida.
No son “operaciones estéticas” ni “atajos”, sino tratamientos médicos reconocidos por organismos como la OMS y la Federación Internacional para la Cirugía de la Obesidad.
Existen varios tipos, pero los más comunes son:
- Bypass gástrico: reduce el tamaño del estómago y cambia la ruta del intestino para limitar la absorción de calorías.
- Manga gástrica: extrae parte del estómago para hacerlo más pequeño.
- Banda gástrica: coloca un anillo ajustable alrededor del estómago para limitar la cantidad de comida.
¿Cuándo se recomienda una cirugía bariátrica?
Los médicos la consideran una opción cuando otros tratamientos no han funcionado y la salud del paciente está comprometida.
Generalmente se recomienda cuando:
El IMC es mayor a 40, independientemente de otros factores.
El IMC está entre 35 y 39.9, pero existen enfermedades asociadas como:
- Diabetes tipo 2
- Hipertensión arterial
- Apnea del sueño
- Hígado graso
- Problemas articulares o cardiacos
Se han intentado tratamientos previos (alimentación, ejercicio, medicamentos) sin éxito sostenible.
👉 No es una decisión estética: es una herramienta médica para tratar una enfermedad crónica.
Beneficios más allá del peso
El impacto de una cirugía bariátrica va mucho más allá de lo físico:
- Mejora el control de la glucosa y, en muchos casos, puede revertir la diabetes tipo 2.
- Reduce la presión arterial y el colesterol.
- Disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Mejora la movilidad, la energía y el sueño.
- Aumenta la esperanza y calidad de vida.
También tiene un efecto positivo en el bienestar emocional: muchas personas reportan mayor autoestima y motivación para mantener hábitos saludables.
Mitos comunes sobre la cirugía bariátrica
1. “Es la salida fácil.”
Falso. La cirugía no “hace todo el trabajo”. Requiere cambios profundos en la alimentación, el estilo de vida y el seguimiento médico.
2. “Es peligrosa.”
Las técnicas actuales son mínimamente invasivas y seguras cuando se realizan en hospitales especializados. Los riesgos son mucho menores que los de mantener una obesidad severa sin tratamiento.
3. “Después ya no puedes comer nada.”
Falso. Se come menos, sí, pero con el tiempo el cuerpo se adapta a una alimentación balanceada. El objetivo no es dejar de comer, sino comer mejor y con conciencia.
4. “Reboto después de la cirugía.”
Solo si no se mantienen los hábitos recomendados. Con acompañamiento médico y nutricional, la mayoría de los pacientes mantiene la pérdida de peso a largo plazo.
5. “Cualquiera puede hacerse la cirugía.”
No. Es un tratamiento médico que requiere evaluación psicológica, nutricional y endocrina previa para determinar si es la opción adecuada.
Cuidados después de la cirugía
Después de una cirugía bariátrica, el acompañamiento es clave:
- Reaprendizaje alimenticio: porciones pequeñas, comidas blandas y progresivas.
- Suplementos nutricionales: para asegurar la absorción de vitaminas y minerales.
- Seguimiento médico regular: endocrinólogo, nutriólogo y psicólogo.
- Actividad física gradual: ayuda a mantener el peso y fortalecer el cuerpo.
👉 La cirugía no es el final del camino, sino el inicio de un nuevo estilo de vida.