Diabetes tipo 1 (LADA): qué es y cómo cuidarte

¿Qué la diferencia de la diabetes tipo 2?
- En LADA, la destrucción de las células beta es más lenta que en la diabetes tipo 1 clásica.
- Generalmente aparece en personas mayores de 30 años.
- Al inicio puede responder a algunos medicamentos orales, pero con el tiempo la insulina se vuelve indispensable.
Recomendaciones clave para el cuidado diario
1. Atención médica especializada
El acompañamiento de un endocrinólogo es fundamental. Este especialista te ayudará a diseñar un plan de tratamiento, que normalmente incluye insulina y un esquema de monitoreo de glucosa. Además, será quien supervise tus análisis regulares de HbA1c, lípidos, función renal, ojos y tiroides.
2. Alimentación inteligente
Una dieta balanceada es clave para mantener la glucosa estable.
- Incluye verduras, proteínas magras, grasas saludables y carbohidratos integrales.
- Aprende a contar carbohidratos, ya que esto te permitirá ajustar mejor tus dosis de insulina.
- Prefiere porciones pequeñas y distribuye los carbohidratos a lo largo del día para evitar picos de glucosa.
3. Ejercicio con precaución
La actividad física es un gran aliado, pero requiere cuidado:
- Combina cardio (caminar, correr, bicicleta) con entrenamiento de fuerza.
- Revisa tu glucosa antes y después de ejercitarte.
- Lleva siempre contigo una fuente rápida de glucosa (tabletas, jugo) para tratar una hipoglucemia.
4. Prevención de complicaciones
Conocer las señales de alarma puede salvar vidas:
- Hipoglucemia: temblor, sudor frío, mareo, confusión.
- Hiperglucemia y cetoacidosis: sed intensa, orinar con frecuencia, cansancio extremo, aliento afrutado.
- Cuidado especial de pies y piel para prevenir infecciones.
5. Bienestar emocional
El diagnóstico puede ser un reto emocional. Es importante:
- Buscar apoyo psicológico o grupos de pacientes.
- Compartir tu experiencia con familiares y amigos.
- Practicar técnicas de manejo de estrés, como meditación, respiración profunda o yoga.
Vivir con LADA es posible
Con educación en diabetes, un plan médico adecuado y hábitos saludables, la LADA puede manejarse de forma exitosa. La clave está en el autoconocimiento, la disciplina y el acompañamiento médico constante.